domingo, 17 de abril de 2011

Quiero ser quien dicte y escriba cada latido de tu corazón

Que se arruinen los canales de noticias, con lo mucho que odio la televisión. Que se vuelvan anticuadas las sonrisas y se extingan todas las puestas de sol. Que se supriman las doctrinas y deberes. Que se terminen las peliculas de acción. Que se destruyan en el mundo los placeres. Y que se escriba hoy una última canción. Pero que me quedes tú y me quede tu abrazo, y el beso que inventas cada día. Y que quede aquí, después del ocaso, para siempre tu melancolía. Porque yo, sí, que dependo de ti. Y si me quedas tú, me queda la vida. Que desaparescan todos los vecinos y se coman las sobras de mi inocencia. Que se vayan uno a uno los amigos y acribillen mi pedazo de conciencia. Que se consuman las palabras en los labios. Que contaminen todo el agua del planeta o que renuncien los filántropos y sabios. Y que se muera hoy hasta el último poeta. Pero que me quedes tú y me quede tu abrazo, y el beso que inventas cada día. Y que quede aquí, después del ocaso, para siempre tu melancolía. Porque yo, sí, que dependo de ti. Y si me quedas tú, me queda la vida.

Riete de la vida antes de que la vida se ria de ti