martes, 30 de noviembre de 2010

Nosotros mismos proyectamos un amor, eso que extrañas no es más que una persona común con toda la imaginación del sentimiento que le colocaste

Proyectamos en una persona todo el sentimiento que somos capaces de sentir. Hacemos de cada instante un momento irrepetible, convertimos a la persona amada en alguien que no existe más que en nuestro cerebro. Somos nosotros mismos los que hacemos de la otra persona el amor de nuestra vida. Convertimos en dioses a personas corrientes y con esto creamos auténticos monstruos de amor y pasión que sólo existen porque nosotros así lo hemos decidido. El amor no está en el otro, si no en uno mismo... Quizás para la otra persona, cada momento que a vos te pareció maravilloso, sólo fue un momento más... uno de tantos... quizás cada palabra que convertiste en un tesoro, para la otra persona sólo fuera un conjunto de letras dichas por decir. Quizás nuestro amado no es lo que soñamos que sea, sólo proyectamos en él lo que necesitábamos obtener. Quizás sea mi amor lo que lo hizo único, diferente e insustituible. No existen los amores irremediables, ni las personas únicas. No necesitamos a nadie para poder seguir viviendo. Todo es fruto de nuestra imaginación, y del mismo modo que un día abrimos el corazón para dejar salir todo lo que llevábamos dentro, también podemos volver a recoger todo nuestro cariño y cerrar de nuevo... Somos los dueños. Nosotros decidimos. Creamos y destruimos, solo hace falta ser conscientes de que tenemos el poder... Y que sólo nosotros tenemos la llave.

Ya sé tantas historias, que cuando quise dejar de leer, apareció esta película

Pero me viste, te vi, y cambiaste mi vida, mi ritmo, mi espacio, mi tiempo, mi historia, mis sueños. Y me agregaste risas, dos dudas, una botella de pasión, un par de fantasmas y este amor que te tengo.

Contigo estoy en constante libertad de expresión

Rompés todos mis esquemas, cambiás el rumbo de mi vida. Dueño de mi economía pero vaya simpatía. Te regalo el universo y hasta un millón de versos, y por ti, querido mío, aguanto la tontería. Tu sonrisa vale oro y tus ojos ni se diga, pero lo que más me gusta es tu bella geografía; tus ideas me convencen. Sabes bien lo que hay que hacer, pero lo que más me gusta es tu forma de querer .
No te cambio por ninguno,
ni siquiera por la luna
. Que se queje el mundo entero, no te cambio por ninguno, eres todo lo que quiero.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Simplemente me canso de estar mal y no poder sentirme acompañada

Cuando tenés que decir demasiado pero sentís que no es el momento, y sentís que vuelve, todo vuelve. Que no podés pasar un página porque las cosas del pasado están siempre presentes (y cuando menos tienen que estarlo). Cuando se juntan todos los problemas y sentís que te superan. Cuando pensas que estás sola y en realidad te ves rodeada de muchas personas que sos incapaz de ver. Cuando tenés un objetivo y mil piedras en el camino. Cuando perdés el control de más de la mitad de las cosas que son importantes para vos y no sabés qué hacer primero (si es que sos vos la que tenes que hacer algo). Cuando ves que se está cayendo todo y estás segura de que no podés hacer nada porque no tenes nada que ver. Cuando no encontrás nada bien a tu alrededor y ni un motivo para levantarte y decir 'por esto'. Solamente estás esperando que el tiempo se pase rápido, te despiertes y las cosas estén resueltas. Y lo hayas dicho todo, y hayas discutido si tenías que discutir, y haya vuelto si tenía que volver, y haya pasado lo que tenía que pasar, pero no te hayas perdido de nada. Hayas visto todo sin sentir, porque simplemente estás cansada de llorar, de sufrir. Y no podés más.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Todas las mujeres dramatizamos en la pérdida de un ser que en realidad es solo palabras

Pero así es la vida, y todos lo sabemos. Creo que el detalle más difícil no son las cosas que nos ocurren, sino aceptarlas en el momento. Todos esos sentimientos de victimización, de ‘por qué me pasa ésto a mí?’, posterior llanto, recuerdos, memorias, todos los fósforos del cerebro ardiendo, uno tras otro, en el interior de nuestros cuerpos, el calor extinguido y el frío mental que reina, la soberbia vulgarización del amor que genera un corazón roto, la falta de ilusiones, esperanza, cariño, vitalidad.

No busques algo, no sufras, todo llega, todo se soluciona

Todas las mujeres buscan el amor, y son pocas las que lo encuentran. Mientras tanto, no dejes que el resto te desilusione, ni te conforme, y, menos aún, te mienta. La mentira es la verdadera enemiga del amor, no el odio. El odio es la peor manera de reconocer algún tipo de amor en otra persona, aunque sea idolatrándola. Vas a tener que ser paciente y no desesperar, que la desesperación sólo acarrea soledad, y la soledad desesperación y errores. Y los errores, como bien sabemos, van a ayudarnos a superarnos o a superarlos, y a crecer pero no por eso podemos cometer siempre los mismos.

Y entonces él llegó y di un giro 360°

Ella tenía el corazón partido en dos, pero de a poco iba entendiendo y agarrándole el ritmo a la vida de soltera otra vez, la curiosa vorágine que acarrea el hecho de que, a cada paso, cada actuar, cada decisión, pueda significar conocer a una persona que, potencialmente, estuviese capacitada para hacerla sentir feliz, querida y protegida; humanamente acompañada.

jueves, 11 de noviembre de 2010

“Hagamos el amor”. salvo que sea algo en serio. Cojamos. Dios, no! Sexo. Que les duela.

Sexo. Debería ser considerada una palabra non sancta. Cuando decís sexo, de alguna forma, esperás que la gente se horrorice, o los demás se horrorizan porque vos no te horrorizás por decirla. Horrible. Además, no hay palabra que le quede mejor que esa. Sexo. Sintética, simple, sencilla, perfecta. “Hagamos el amor”. Muy cursi, salvo que sea algo en serio. Cojamos. Dios, no! Sexo. Que les duela. Lo peor del sexo, sin embargo, radica en practicarlo. Y lo mejor también, por supuesto. Nada genera más miedo que la simple idea de defraudar al acompañante, sea hombre, mujer o el género de moda. Decepcionar, no ser tan ¿bueno? Como se esperaba. ¿Realmente alguien espera algo del otro, en materia sexo? La primera vez de una pareja, sea o no la primera vez de cada uno de sus miembros, siempre revela toda la confianza o la falta de ella que todos tenemos, la necesidad de probar ante el otro que somos... ¿qué? Máquinas sexuales. Creo que pocas personas podrían soportar estar con máquinas sexuales. Quiero decir, quién soportaría que la otra persona sea experta en la materia y no poder devolverle la gentileza con propiedad? Demasiada confianza, entonces. Claro que la confianza, del único lugar que viene, es de la experiencia o del amor. En cuanto a la experiencia, es relativo. Pero el amor... el amor es todo. Si dos personas se aman, el sexo viene a ser un complemento y no un motivo de suma o resta, aunque a la larga, pesa. Si alguien puede abrirse, desnudarse y estar con otra persona en su total esplendor, liberada de todo cargo y culpa, y así y todo no se siente juzgada, de algún modo es amor. El amor que todo lo puede. No lo amo. Pero lo quiero, de alguna forma. Necesito confiar más en él, pero no ahora...

Capítulos que no se cierran


Tus besos no saben igual, ¿qué mentira me disfrazas? ¿Qué fuerza tiene este rival? Que hasta tu cuerpo me rechaza. Quisieras volar a su firmamento, quisieras despertar, princesa, en su libro de cuentos. Dime la verdad, tú estás con él, dime la verdad, tú estás con él.