domingo, 22 de agosto de 2010

Mis ojos no aguantan y caen en una depresión

Hoy no voy a cantarle al sol ni al mar, ni a la estrellas ni a las casitas de muñecas. Hoy sólo quiero contar como me siento; estoy viviendo un día en blanco y negro. Así que no me vengan a hablar de amor, porque yo soy un monumento al mal humor, y mi sonrisa siempre fue una mala actriz; ¿Cómo puede una ciudad estar tan gris? No hay luz en casa pero con la vela alcanza, para alumbrarte la amargura, dos o tres puntos de sutura. No hay luz en casa pero con la vela alcanza, y en un revez a mi destino, un día de estos yo me animo. Hoy no hay metáforas, te voy a ser sincera; las cosas no me estan saliendo como quiero, es una tarde en la que siento que una fiesta sería dormir treinta y cinco años la siesta. De vez en cuando caigo en estos agujeros, pide licencia el humor que siempre tengo, soy mil cucharitas de azúcar para una sola de sal, tengo derecho yo a sentirme un día mal. No hay luz en casa pero con la vela alcanza, para alumbrarte la amargura, dos o tres puntos de sutura. Y en un revez a mi destino, un dia de estos yo me animo. Me voy a ir a vivir a la montaña donde todo es poco pero igual alcanza. Me voy a ir a vivir a la montaña y que me despierte el sol a la mañana.

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