martes, 17 de agosto de 2010

¿Qué duele más?

Se encontraron una noche el engaño y la traición, y se hicieron de palabras defendiendo el gran honor de haber herido más almas con la daga del dolor.

"Mira traición, yo te gano"
-dijo el engaño con fuerza-,
"Yo soy quien acaba con amores.
Dejo malos sinsabores y ensucio toda pureza,voy regando con dolor. A los amantes y amores que conmigo se tropiezan, visto lujuria y deseo... para conquistar las almas. Y cuando ya las poseo... Nada les vuelve la calma".

"Mira engaño, no compares"
-contestó la traición segura-.
"Tú eres río, yo soy mar, y mis aguas la sepultura..."
"Yo soy quien brinda el saludo y el beso de los buenos días... Palmaditas en la espalda,
consejos y buenas palabras... Siempre digo -¡en mí confía!- para después por la espalda... dar certera cuchillada y así destrozar la vida".

Y seguían furibundos, engaño y traición peleando... Cuando vieron pasar llorando a una
linda niña en flor.
Pregunta la traición:
"¿Verdad que soy la culpable de tu fuerte y gran dolor?"

"No", -le dijo el engaño-
"Di que el culpable soy yo".

La joven paró y les dijo: "No es ninguno de los dos... Este dolor tan inmenso, que me está rompiendo el pecho... Me lo ha causado el amor."

No hay comentarios:

Publicar un comentario